* Historia evolutiva: Toda la vida en la tierra comparte un antepasado común. A medida que las especies evolucionan y divergen con el tiempo, sus secuencias de ADN acumulan mutaciones. Estas mutaciones ocurren al azar y se transmiten a la descendencia.
* Genes conservados: El citocromo es una proteína crucial involucrada en la respiración celular, un proceso fundamental para la vida. Dado que este proceso es vital para la supervivencia, los genes que codifican el citocromo están altamente conservados en muchas especies. Esto significa que cambian muy lentamente con el tiempo.
* Tasa de mutación: La tasa a la que se acumulan mutaciones en el ADN varía entre los genes. Los genes como el citocromo tienen una tasa de mutación lenta porque cualquier cambio significativo puede alterar sus funciones vitales.
* ascendencia compartida: Las especies estrechamente relacionadas comparten un antepasado común más reciente. Han tenido menos tiempo para acumular mutaciones independientes en sus genes citocromo, lo que hace que sus secuencias sean más similares. Las especies relacionadas distantemente divergieron más atrás en el tiempo, permitiendo que se acumulen más mutaciones, lo que resulta en mayores diferencias en sus secuencias de ADN del citocromo.
Piense en ello como un árbol genealógico:
* Las personas estrechamente relacionadas comparten un antepasado reciente y tendrán características físicas más similares (como sus secuencias de ADN).
* Los individuos relacionados distantemente comparten un antepasado común más atrás en el tiempo, y sus características físicas (incluido su ADN) serán más diversas.
Usando comparaciones de citocromo:
Este principio es la base para el uso de secuencias de ADN del citocromo para estudiar las relaciones evolutivas. Al comparar estas secuencias con diferentes especies, los científicos pueden inferir cuán estrechamente relacionados están los diferentes organismos, incluso aquellos que tienen apariencias muy diferentes.