1. Polinización: Los humanos pueden polinizar manualmente plantas, especialmente aquellas que dependen en gran medida de los insectos para la polinización. Esto es particularmente importante para los cultivos agrícolas y para preservar especies de plantas raras. Esto se puede hacer a través de técnicas como polinización manual o mediante el uso de polinizadores artificiales como las abejas.
2. Propagación: Los humanos pueden propagar plantas a través de diversas técnicas como esquejes, injerto y cultivo de tejidos. Esto permite la producción rápida de copias idénticas de plantas deseables, preservando sus rasgos genéticos y garantizando un suministro confiable de semillas, frutas o flores.