* almacena información genética (ADN): El núcleo alberga el ADN de la célula, que contiene el plan para construir y mantener todo el organismo. Esto incluye instrucciones para hacer proteínas, enzimas y otras moléculas vitales.
* Dirige la síntesis de proteínas: El ADN dentro del núcleo se transcribe en ARN, que luego lleva estas instrucciones desde el núcleo a los ribosomas. Los ribosomas usan este ARN para construir proteínas, que realizan una amplia gama de funciones en la célula.
* controla el crecimiento y la división celular: El núcleo dicta cuándo y cómo una célula se divide, asegurando la replicación y reparación de células adecuadas. También juega un papel en la regulación del ciclo celular y la prevención del crecimiento no controlado.
* protege el ADN: La membrana nuclear actúa como una barrera, protegiendo el delicado ADN del daño y asegurando que permanezca organizado.
* facilita la comunicación: El núcleo interactúa con otras partes de la célula enviando señales y recibiendo información. Esto asegura que toda la celda funcione de manera coordinada y eficiente.
Sin un núcleo, una célula no podría:
* produce las proteínas que necesita funcionar.
* replicar y dividir correctamente.
* Mantenga su estructura e integridad.
* Responda a los cambios en su entorno.
En resumen, el núcleo es esencial para la vida de la célula, lo que lo convierte en uno de los orgánulos más cruciales del cuerpo.