1. Adaptarse bien a su entorno: Esto significa tener rasgos que les permiten:
* Encuentra comida y agua: Forrajía eficiente, caza o acceso a recursos.
* Evite los depredadores: Camuflaje, velocidad, mecanismos defensivos o conciencia del peligro.
* Resistir enfermedad: Sistemas inmunes fuertes y resistencia a los patógenos.
* reproducir con éxito: Encontrar compañeros, criar descendientes y garantizar su supervivencia.
2. Tener variaciones genéticas favorables: Estas variaciones pueden proporcionar ventajas como:
* aumenta la fuerza o la velocidad: Ayudando con la caza, escapar de los depredadores o competir por los recursos.
* Resistencia a la enfermedad: Mutaciones genéticas que confieren inmunidad o resistencia a los patógenos.
* Mejor camuflaje: Haciéndolos más difíciles de detectar para los depredadores.
* éxito reproductivo mejorado: Mayor fertilidad, tamaños de embrague más grandes o habilidades de crianza más efectivas.
3. Puede responder a las condiciones cambiantes: Esto incluye:
* Adaptabilidad a nuevas fuentes de alimentos: Capacidad para cambiar dietas o aprender nuevos métodos de alimentación.
* Tolerancia al cambio climático: Adaptarse a temperaturas alteradas, patrones de lluvia u otros cambios ambientales.
* Resiliencia a los estresores ambientales: Participa la contaminación, la pérdida de hábitat u otras perturbaciones.
4. Poseer comportamientos sociales ventajosos: Esto puede incluir:
* Cooperación dentro de los grupos: Compartir comida, defender territorio o criar a los jóvenes juntos.
* Comunicación efectiva: Compartir información sobre recursos, peligros o compañeros potenciales.
* Dominio social: Asegurar el acceso a recursos, compañeros o territorios.
En resumen, la supervivencia y la reproducción están impulsadas por una combinación de los rasgos, genes y comportamientos de un individuo que les permiten prosperar en su entorno específico.