1. Comience con curiosidad y observación:
* Observe algo inusual o inexplicable: ¿Qué te desconcierta? ¿Qué quieres entender mejor?
* Pregunta "¿Por qué?" y "¿Cómo?" Preguntas: Esto provoca tu curiosidad y te ayuda a profundizar en el tema.
2. Defina el alcance:
* sea específico: Evite preguntas vagas que no se pueden probar o responder fácilmente.
* Establecer límites: Defina claramente lo que está investigando y lo que no está. Esto mantiene su enfoque agudo.
3. Enmarcarlo como una pregunta comprobable:
* Piense en lo que puede medir u observar: ¿Puede diseñar un experimento o recopilar datos para responder a su pregunta?
* Evite opiniones y creencias: Se mantenga en preguntas objetivas que pueden ser respaldadas o refutadas por evidencia.
4. Considere el conocimiento existente:
* Investigue un poco: ¿Qué han descubierto otros científicos sobre este tema?
* Busque espacios en el conocimiento: Identifique áreas donde hay espacio para una mayor exploración.
5. Hazlo relevante e interesante:
* Conecte su pregunta a un contexto más amplio: ¿Cómo encaja en un campo o problema científico más grande?
* Considere el impacto potencial: ¿Podría su investigación contribuir a resolver un problema o avanzar en el conocimiento?
Aquí hay algunos ejemplos de preguntas científicas, pasando de simple a más complejo:
* simple: ¿Cómo afecta la cantidad de agua el crecimiento de las plantas?
* Más complejo: ¿Cuál es la relación entre las emisiones de gases de efecto invernadero y los cambios en la temperatura global?
* abierto: ¿Cuáles son los principios fundamentales que rigen la formación de estrellas y galaxias?
cualidades clave de buenas preguntas científicas:
* específico y enfocado
* Probable y medible
* Relevante para el conocimiento existente
* potencialmente impactante
Recuerde, hacer buenas preguntas es un proceso iterativo. Es posible que deba refinar su pregunta a medida que aprende más y profundice en su investigación. ¡No tengas miedo de hacer preguntas! Es la base del descubrimiento científico.