1. Variación: Las personas dentro de una población exhiben variación en sus rasgos. Estas variaciones pueden estar en características físicas, comportamientos o incluso a nivel molecular.
2. Herencia: Los rasgos se transmiten de los padres a la descendencia. Esto significa que la descendencia tiende a parecerse a sus padres en términos de estos rasgos variables.
3. Sobreproducción: Los organismos producen más descendientes de lo que el medio ambiente puede apoyar de manera sostenible. Esto lleva a la competencia por los recursos.
4. Supervivencia y reproducción diferencial: Las personas con rasgos que los hacen más adecuados para su entorno tienen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse, transmitiendo esos rasgos ventajosos a su descendencia.
5. Acumulación de rasgos favorables: Con el tiempo, la frecuencia de rasgos favorables aumenta en la población, mientras que los rasgos menos ventajosos se vuelven menos comunes. Esto conduce a un cambio gradual en las características generales de la población, lo que resulta en la evolución.
Así es como estos principios funcionan juntos:
* La variación proporciona la materia prima para la selección natural. Sin variación, no habría rasgos para que actúe la selección natural.
* La herencia asegura que los rasgos favorables se transfieran a las generaciones futuras. Esto permite la acumulación gradual de rasgos ventajosos.
* La sobreproducción crea competencia, que actúa como una presión selectiva. Esta presión favorece a las personas con rasgos que aumentan sus posibilidades de supervivencia y reproducción.
* La supervivencia y la reproducción diferencial significa que aquellos con rasgos ventajosos tienen más probabilidades de contribuir a la próxima generación. Esto conduce a un aumento en la frecuencia de esos rasgos con el tiempo.
El resultado de este proceso es la adaptación, donde las poblaciones se vuelven más adecuadas para su entorno. Durante largos períodos, la selección natural puede impulsar la evolución de nuevas especies.
Es importante tener en cuenta:
* La selección natural es un proceso, no una fuerza. No "quiere" o "intentar" hacer nada. Es simplemente el resultado de las variaciones en los rasgos, la herencia y el medio ambiente.
* La evolución no está orientada a objetivos. No tiene un punto final predeterminado o un organismo "perfecto" en mente. Simplemente refleja las presiones cambiantes del entorno.
* La selección natural actúa sobre los individuos, pero la evolución ocurre a nivel de población.