1. Absorción de agua por plantas: Las plantas absorben agua del suelo a través de sus raíces. Esta agua se transporta hacia arriba a través del sistema vascular de la planta, llegando a las hojas.
2. Evaporación de las hojas: En las hojas, los pequeños poros llamados estomas abiertos para permitir el intercambio de gases (tomando dióxido de carbono para la fotosíntesis y la liberación del oxígeno). A medida que el vapor de agua en el aire que rodea la hoja es más bajo que dentro de la hoja, las moléculas de agua se evaporan de las superficies húmedas dentro de la hoja y escapan a través de los estomas. Este proceso se llama transpiración.
3. Vapor de agua en la atmósfera: El vapor de agua liberado a través de la transpiración se eleva a la atmósfera, donde contribuye a los niveles generales de humedad.
4. Formación y precipitación de la nube: A medida que aumenta el vapor de agua, se enfría, se condensa en pequeñas gotas de agua y forma nubes. Estas nubes, influenciadas por varios factores atmosféricos, liberan el agua a la superficie de la tierra a través de la precipitación (lluvia, nieve, aguanieve, etc.).
Importancia de la transpiración en el ciclo del agua:
* Movimiento de agua: La transpiración es una fuerza significativa que impulsa el movimiento del agua desde el suelo hasta la atmósfera. Es la forma principal en que el agua se evapora de los ecosistemas terrestres.
* Humedad atmosférica: La transpiración contribuye a la humedad general en la atmósfera, influyendo en los patrones climáticos y la formación de nubes.
* Efecto de enfriamiento: La transpiración ayuda a enfriar la planta misma, ya que la evaporación del agua de las hojas requiere energía, que se extrae del entorno de la planta. Esto es importante para prevenir el sobrecalentamiento, especialmente en climas calientes.
* Ciclismo de agua global: La transpiración es un proceso fundamental en el ciclo global del agua, asegurando el movimiento continuo de agua entre la superficie de la Tierra y la atmósfera.
En esencia, la transpiración actúa como un vínculo crucial en el ciclo del agua, facilitando el movimiento del agua desde el suelo hasta el aire y de regreso. Este proceso ayuda a regular el clima, mantener la salud del ecosistema y mantener la vida en la tierra.