1. Unido a proteínas plasmáticas:
- Muchas hormonas, particularmente las esteroides como el cortisol y la testosterona, son hidrofóbicas (insolubles en agua).
- Para facilitar su transporte a través del torrente sanguíneo, estas hormonas se unen a proteínas transportadoras específicas, principalmente albúmina y globulinas.
- La unión a las proteínas plasmáticas aumenta su solubilidad, previene su rápida degradación y prolonga su tiempo de circulación en la sangre.
2. Libre en el torrente sanguíneo:
- Ciertas hormonas, como las hormonas peptídicas (p. ej., insulina, glucagón), las catecolaminas (p. ej., epinefrina, norepinefrina) y las hormonas tiroideas (tiroxina, triyodotironina), son hidrófilas (solubles en agua).
- Estas hormonas son de tamaño pequeño y pueden disolverse libremente en el plasma sanguíneo sin necesidad de unirse a proteínas transportadoras.
- Pueden difundirse rápidamente a través de las paredes capilares y ejercer sus efectos sobre las células diana.
El modo de transporte hormonal depende de las propiedades químicas de la hormona y de la ubicación y características de sus tejidos diana. Las hormonas unidas a las proteínas plasmáticas tienen un efecto más lento pero más sostenido, mientras que las hormonas libres tienen una acción más rápida pero de menor duración.
Al utilizar estos mecanismos de transporte, las hormonas se entregan eficientemente a sus sitios objetivo y pueden ejercer sus diversas funciones reguladoras en diversos procesos fisiológicos, incluidos el crecimiento, la reproducción, el metabolismo, la homeostasis y muchos otros.