Célula epidérmica:las células epidérmicas de las hojas de neem suelen tener forma poligonal o rectangular cuando se ven desde arriba. Están dispuestos muy juntos y forman una capa protectora en la superficie de la hoja. Las células epidérmicas tienen una cutícula gruesa, lo que ayuda a reducir la pérdida de agua y brinda protección contra factores externos. Las células también contienen cloroplastos, que son responsables de la fotosíntesis.
Aquí hay algunos detalles adicionales sobre la hoja de neem y la célula epidérmica:
1. Margen de la hoja:El margen de las hojas de neem es entero, lo que significa que no tiene dientes ni lóbulos.
2. Superficie de la hoja:La superficie de las hojas de neem es glabra, lo que significa que carece de pelos o tricomas.
3. Estructura de las células epidérmicas:las células epidérmicas de las hojas de neem tienen una pared celular, citoplasma, núcleo y otros orgánulos celulares. La pared celular está compuesta de celulosa, hemicelulosa y pectina.
4. Estomas:Las células epidérmicas también contienen estomas, que son pequeños poros que permiten el intercambio de gases entre la hoja y la atmósfera.
5. Cutícula:La cutícula es una capa cerosa que cubre las células epidérmicas y ayuda a reducir la pérdida de agua y brindar protección contra las condiciones ambientales.
6. Cloroplastos:Los cloroplastos de las células epidérmicas contienen clorofila, que es un pigmento verde responsable de capturar la energía luminosa durante la fotosíntesis.
La forma de la hoja de neem y las células epidérmicas son importantes para diversas funciones como la fotosíntesis, la protección contra la pérdida de agua y el intercambio de gases. Estas características contribuyen a la adaptación y supervivencia general de la planta de neem en su entorno.