Un cohete no tripulado SpaceX Falcon 9 explota en Cabo Cañaveral, Florida, el 1 de septiembre 2016
SpaceX dice que ha determinado la causa de una explosión en la plataforma de lanzamiento que destruyó un satélite en septiembre y está listo para comenzar de nuevo los lanzamientos el domingo.
Un cohete no tripulado SpaceX Falcon 9 explotó el 1 de septiembre en Cabo Cañaveral, destruyendo un satélite que Facebook planeaba usar para transmitir Internet de alta velocidad a África.
Eso marcó un revés para la empresa espacial privada con sede en California y su fundador Elon Musk, que quiere revolucionar la industria del lanzamiento al hacer que los componentes de los cohetes sean reutilizables.
En un comunicado el lunes, SpaceX dijo que había rastreado el problema hasta un recipiente a presión en el tanque de oxígeno líquido de la segunda etapa. Dijo que cambiará la forma en que se alimenta por ahora, y en el futuro rediseñará sus recipientes a presión.
SpaceX dijo que espera lanzar 10 satélites de comunicaciones Iridium NEXT desde una base en California el domingo.
La Administración Federal de Aviación tiene que aprobar las conclusiones de la investigación de SpaceX sobre la falla de septiembre.
Ese accidente, el segundo de su tipo desde que se fundó SpaceX en 2002, se produjo poco más de un año después de que fallara un cohete Falcon 9 después del despegue el 28 de junio. 2015, destruyendo una cápsula de carga Dragón con destino a la Estación Espacial Internacional.
Antes de que, SpaceX había registrado 18 lanzamientos exitosos del Falcon 9, incluidas seis de las 12 misiones de suministro planificadas a la ISS que se llevaron a cabo como parte de un contrato de 1.600 millones de dólares con la NASA.
Llevó a cabo otros ocho lanzamientos exitosos desde junio de 2015, incluso en agosto del año pasado cuando un Falcon 9 colocó con éxito un satélite de comunicaciones japonés en órbita, y luego aterrizó intacto en un barco no tripulado flotante.
Antes de eso, la empresa perdió varios cohetes mientras intentaba aterrizarlos en posición vertical en una plataforma oceánica al final de un vuelo, una parte crucial de su estrategia para naves espaciales reutilizables.
© 2017 AFP