Las bacterias son el tipo más común de procariota. Hay muchas especies diferentes de bacterias y se pueden encontrar en todos los entornos de la Tierra. Las bacterias desempeñan funciones importantes en el medio ambiente, incluida la descomposición de la materia orgánica, el ciclo de nutrientes y la producción de antibióticos.
Las arqueas son un tipo menos común de procariota. Se encuentran en ambientes extremos, como aguas termales, ambientes ácidos y respiraderos hidrotermales de aguas profundas. Las arqueas también se encuentran en el cuerpo humano, donde nos ayudan a digerir los alimentos y combatir infecciones.
Los procariotas son esenciales para el funcionamiento del ecosistema terrestre. Desempeñan papeles importantes en el ciclo de nutrientes, la descomposición y la producción de oxígeno. Los procariotas también se utilizan en una variedad de aplicaciones industriales, como la producción de alimentos, la fermentación y el tratamiento de residuos.