1. Amplificación de las vibraciones del sonido: Los huesecillos actúan como un sistema de palanca que amplifica las ondas sonoras que recibe el tímpano. Cuando las ondas sonoras hacen que el tímpano vibre, las vibraciones se transfieren al martillo, que es el primer huesecillo del oído medio. Luego, el martillo transmite las vibraciones al yunque y finalmente al estribo, que es el osículo más pequeño y más interno.
2. Coincidencia de impedancia: Los huesecillos ayudan a igualar la impedancia (resistencia a las ondas sonoras) del oído medio lleno de aire con el oído interno lleno de líquido. La impedancia del agua es mucho mayor que la del aire, por lo que los huesecillos actúan para transformar las ondas sonoras de alta impedancia del aire en ondas sonoras de baja impedancia que pueden transmitirse eficientemente a la cóclea llena de líquido en el oído interno.
3. Protección del oído interno: Los huesecillos también brindan protección a las delicadas estructuras del oído interno. El tímpano y los huesecillos actúan como una barrera protectora, evitando que los sonidos fuertes dañen las sensibles células ciliadas de la cóclea.
En resumen, los huesecillos desempeñan un papel crucial en la transmisión y amplificación de las vibraciones del sonido, permitiéndonos oír y percibir el sonido de forma eficaz.