La mejor descripción de la estructura de una molécula de ADN es la "doble hélice". Esta forma icónica se asemeja a una escalera retorcida, donde los "lados" de la escalera están formados por unidades alternas de desoxirribosa (un azúcar) y moléculas de fosfato, y los "peldaños" de la escalera están formados por bases nitrogenadas. Estas bases (adenina, timina, citosina y guanina) se emparejan entre sí mediante enlaces de hidrógeno, formando los pares de bases que codifican la información genética. La estructura de doble hélice permite que el ADN almacene, transmita y replique información genética de manera compacta y eficiente.