Las plantas han desarrollado una compleja red de vías bioquímicas para detectar y responder a una amplia gama de olores. Estos olores pueden provenir de otras plantas, animales o incluso fuentes abióticas como el humo o el fuego. Las plantas utilizan esta información para tomar decisiones sobre su crecimiento, desarrollo y mecanismos de defensa.
Si bien aún no se comprenden completamente los mecanismos moleculares exactos de la detección de olores de plantas, en los últimos años se han logrado avances significativos. Esta publicación de blog presentará algunas de las vías bioquímicas clave involucradas en la detección de olores de plantas y brindará una descripción general de cómo funcionan estas vías.
Vías bioquímicas de detección de olores vegetales
1. Compuestos orgánicos volátiles (COV)
El primer paso en la detección de olores de plantas es la liberación de compuestos orgánicos volátiles (COV) de la fuente. Estos COV pueden ser producidos por plantas, animales o incluso fuentes abióticas. Los COV pueden viajar por el aire y ser detectados por las plantas a distancia.
2. Proteínas fijadoras de olores (OBP)
Una vez que los COV llegan a la planta, son detectados por proteínas de unión a olores (OBP). Las OBP son pequeñas proteínas secretadas por la planta y se unen a COV específicos. Esta unión ayuda a concentrar los COV y facilitar su interacción con los receptores de la planta.
3. Receptores acoplados a proteína G (GPCR)
Los receptores acoplados a proteína G (GPCR) son los principales receptores para la detección de olores en las plantas. Los GPCR se encuentran en la superficie de las células vegetales y se unen a complejos OBP-VOC específicos. Esta unión desencadena una cascada de señalización que da como resultado la producción de segundos mensajeros, como iones de calcio (Ca2+) y monofosfato de adenosina cíclico (AMPc).
4. Vías de señalización descendentes
La producción de segundos mensajeros conduce a la activación de vías de señalización posteriores. Estas vías incluyen la vía de la proteína quinasa activada por mitógenos (MAPK), la vía del ácido jasmónico (JA) y la vía del ácido salicílico (SA).
La vía MAPK está implicada en las respuestas de defensa de las plantas y en las respuestas al estrés. La vía JA participa en la cicatrización de heridas y la defensa contra los herbívoros. La vía SA está implicada en la resistencia a enfermedades y en la resistencia sistémica adquirida (SAR).
Conclusión
En resumen, la detección de olores vegetales implica una compleja red de vías bioquímicas. Estas vías incluyen la liberación de COV, la unión de COV a OBP, la interacción de complejos OBP-VOC con GPCR, la producción de segundos mensajeros y la activación de vías de señalización posteriores. Comprender estas vías es crucial para comprender cómo las plantas responden a su entorno e interactúan con otros organismos.