En respuesta, el Departamento de Agricultura del Estado de Idaho (ISDA) y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) han tomado varias medidas para mitigar la propagación del virus y proteger la industria avícola del estado:
1. Movimiento restringido de aves y productos avícolas: Se han implementado estrictas restricciones de movimiento para evitar la propagación del virus más allá de las granjas infectadas. Esto incluye restricciones al movimiento de aves vivas, huevos y productos avícolas dentro de las áreas afectadas.
2. Medidas de Cuarentena: Las granjas infectadas se ponen en cuarentena para controlar el movimiento de personas, animales y equipos para evitar una mayor propagación del virus.
3. Vigilancia y pruebas: ISDA y el USDA están llevando a cabo vigilancia y pruebas exhaustivas para identificar bandadas infectadas adicionales y monitorear la propagación del virus.
4. Despoblación de bandadas infectadas: En los casos en que se detecta el virus, las bandadas infectadas se despoblan humanamente para evitar una mayor transmisión y proteger a otras aves en el área.
5. Mayores medidas de bioseguridad: Se ha recomendado a los avicultores de Idaho que mejoren sus prácticas de bioseguridad para reducir el riesgo de exposición al virus. Esto incluye medidas como aislar bandadas, usar equipo de protección personal y desinfectar equipos e instalaciones.
6. Conciencia pública: ISDA y el USDA están difundiendo activamente información sobre la gripe aviar al público, enfatizando la importancia de informar a las autoridades locales sobre aves silvestres enfermas o muertas.
Si bien Idaho está trabajando para contener el brote actual, es esencial que los avicultores y las partes interesadas de la industria permanezcan alerta y cumplan con las medidas de bioseguridad recomendadas para minimizar el riesgo de futuros brotes. La situación sigue siendo fluida y las capacidades de preparación y respuesta del Estado se evalúan continuamente para garantizar una gestión eficaz de la enfermedad.
La gripe aviar afecta principalmente a las poblaciones de aves domésticas y silvestres y no representa un riesgo significativo para los humanos a través del consumo de alimentos. La cocción completa de aves y productos avícolas elimina eficazmente cualquier riesgo de transmisión.