El primer paso en el proceso de reconocimiento facial es la captura de la luz por los ojos. La luz entra al ojo e incide en la retina, que es una fina capa de tejido en la parte posterior del ojo. La retina contiene células fotorreceptoras llamadas bastones y conos. Los bastones son sensibles a niveles bajos de luz y son responsables de la visión nocturna, mientras que los conos son sensibles a la luz más brillante y son responsables de la visión de los colores. Los bastones y los conos convierten la luz en señales eléctricas que luego se envían al cerebro a través del nervio óptico.
Paso 2:El cerebro procesa las señales eléctricas para crear una imagen.
Las señales eléctricas del nervio óptico son procesadas por el cerebro en la corteza visual, que se encuentra en la parte posterior del cerebro. La corteza visual es responsable de procesar información visual, como imágenes, colores y formas. El cerebro utiliza la información de la corteza visual para crear una imagen mental del rostro.
Paso 3:El cerebro compara la imagen mental con los recuerdos almacenados de caras.
Luego, el cerebro compara la imagen mental del rostro con los recuerdos de rostros almacenados en el hipocampo, que se encuentra en el lóbulo temporal medial. El hipocampo es responsable de la consolidación de la memoria, que es el proceso de convertir los recuerdos a corto plazo en recuerdos a largo plazo. El cerebro utiliza el hipocampo para comparar la cara nueva con las caras almacenadas e identificar cualquier similitud.
Paso 4:El cerebro toma una decisión sobre la identidad del rostro.
Si el cerebro encuentra una coincidencia entre el nuevo rostro y un recuerdo almacenado, tomará una decisión sobre la identidad del rostro. El cerebro identificará el rostro como alguien conocido, alguien familiar o alguien nuevo.
Paso 5:El cerebro responde a la cara.
Luego, el cerebro responderá a la cara de diversas maneras. Por ejemplo, el cerebro puede liberar sustancias químicas como la dopamina, que nos hacen sentir felices o recompensados cuando vemos una cara familiar. El cerebro también puede desencadenar la liberación de hormonas como el cortisol, que nos preparan para el peligro cuando vemos una cara nueva o desconocida.
El proceso de reconocimiento facial es complejo e involucra muchas partes diferentes del cerebro. Sin embargo, es un proceso que realizamos todos los días sin siquiera pensarlo. Es una habilidad notable que nos permite interactuar con el mundo que nos rodea y reconocer a las personas que son importantes para nosotros.