1. Filtrar y atrapar sustancias extrañas:los ganglios linfáticos actúan como filtros, capturando bacterias, virus, desechos y otras sustancias extrañas del líquido linfático. Estas sustancias quedan atrapadas dentro de los ganglios, lo que permite que el sistema inmunológico las identifique y elimine de manera efectiva.
2. Activación de células inmunitarias:los ganglios linfáticos contienen varios tipos de células inmunitarias, incluidos macrófagos, células dendríticas, células B y células T. Los macrófagos engullen y digieren partículas extrañas, mientras que las células dendríticas presentan estos antígenos a las células T y B, promoviendo respuestas inmunitarias. Las células B producen anticuerpos que se dirigen a patógenos específicos y las células T ayudan a destruir las células infectadas o anormales.
3. Producción de anticuerpos:los ganglios linfáticos son el lugar donde las células B se diferencian y maduran hasta convertirse en células plasmáticas. Las células plasmáticas producen y secretan grandes cantidades de anticuerpos que se unen a patógenos específicos y los neutralizan, evitando que causen infecciones.
4. Generación de células de memoria:los ganglios linfáticos sirven como sitios donde ciertas células T y B se transforman en células de memoria. Estas células de memoria "recuerdan" patógenos específicos, lo que permite una respuesta inmune más rápida y sólida si el cuerpo vuelve a encontrarse con el mismo patógeno en el futuro, proporcionando una inmunidad duradera.
5. Comunicación con otros órganos inmunitarios:los ganglios linfáticos están interconectados por vasos linfáticos, lo que permite la comunicación y coordinación entre diferentes partes del sistema inmunológico. Transmiten información sobre patógenos y respuestas inmunes a otros ganglios linfáticos, el bazo y la médula ósea, facilitando una respuesta inmune sistémica.
Al filtrar y monitorear el líquido linfático, atrapar patógenos, generar anticuerpos y coordinar las respuestas inmunes, los ganglios linfáticos desempeñan un papel fundamental en la defensa del cuerpo contra infecciones, la prevención de la propagación de enfermedades y el mantenimiento de la salud inmune en general.