Los investigadores utilizaron una combinación de modelos matemáticos y estudios experimentales para investigar los factores que determinan la forma de los intestinos. Descubrieron que la curvatura de los intestinos es el resultado de una combinación de fuerzas físicas, incluido el crecimiento y la contracción del tejido, y el flujo de líquido a través del intestino.
"Nuestro trabajo muestra que la formación de bucles de los intestinos no es un proceso aleatorio, sino más bien altamente organizado y predecible", dijo el autor principal del estudio, el Dr. James Glazier, matemático de la Universidad de Cambridge. "Esto sugiere que el bucle de los intestinos tiene una importante ventaja evolutiva".
Los investigadores creen que el bucle de los intestinos ayuda a aumentar la superficie del intestino, que es esencial para la absorción eficiente de los nutrientes de los alimentos. Los bucles también ayudan a ralentizar el flujo de alimentos a través del intestino, lo que le da al cuerpo más tiempo para digerirlos.
"El bucle de los intestinos es un hermoso ejemplo de cómo se pueden utilizar las matemáticas para comprender el mundo natural", dijo el coautor del estudio, el Dr. Adam Shyer, biólogo de la Universidad de California, Berkeley. "Este trabajo tiene implicaciones importantes para nuestra comprensión de la evolución del sistema digestivo y para el desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades digestivas".
Además de proporcionar nuevos conocimientos sobre el desarrollo y la evolución del sistema digestivo, el trabajo de los investigadores también podría tener implicaciones para el tratamiento de enfermedades digestivas. Al comprender los factores que determinan la forma de los intestinos, los médicos podrán desarrollar nuevas formas de tratar afecciones como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, que se caracterizan por inflamación y cicatrización del intestino.