La simulación fue desarrollada por investigadores de la Universidad de California, Berkeley y la Universidad de Cambridge. Utiliza una técnica llamada "modelado celular de Potts" para simular el crecimiento y desarrollo de las células en un entorno 3D.
Los investigadores utilizaron la simulación para estudiar la evolución de un órgano simple, como una bola de células. Descubrieron que la forma del órgano estaba determinada por las fuerzas que actuaban sobre las células, como las fuerzas de gravedad y la tensión superficial.
Luego, los investigadores estudiaron cómo la selección natural afectaba la forma del órgano. Descubrieron que los órganos que desempeñaban mejor su función tenían más probabilidades de sobrevivir y reproducirse. Por ejemplo, una bola de células que bombeaba mejor fluido tenía más probabilidades de sobrevivir en un ambiente fluido.
La simulación podría ayudar a los científicos a comprender cómo se desarrollan los órganos y cómo se ven afectados por las enfermedades. Por ejemplo, la simulación podría utilizarse para estudiar cómo se desarrolla el corazón y cómo se ve afectado por defectos cardíacos congénitos. La simulación también podría utilizarse para estudiar cómo se desarrollan los pulmones y cómo se ven afectados por enfermedades pulmonares como el asma y la EPOC.
La simulación es una poderosa herramienta que podría ayudar a los científicos a comprender la evolución de órganos complejos. La simulación también podría ayudar a los científicos a desarrollar nuevos tratamientos para enfermedades que afectan a los órganos.