La arquitectura tisular se refiere a la organización espacial de las células en los tejidos y desempeña funciones fundamentales en diversos procesos, desde la función tisular y la homeostasis hasta el desarrollo embrionario. A pesar de su importancia, los científicos no han podido desarrollar una comprensión integral de cómo surgen las complejidades de la arquitectura de los tejidos. Esto se debe principalmente a los desafíos para dilucidar el vínculo entre la información genética contenida en los organismos, que especifica las reglas de desarrollo, y los intrincados patrones geométricos de los tejidos completamente formados.
El innovador estudio publicado en la reconocida revista eLife empleó una poderosa combinación de enfoques experimentales y teóricos, utilizando sistemas modelo como la mosca de la fruta Drosophila melanogaster. El equipo identificó genes clave que regulan el tamaño, la forma y la disposición de las células durante el desarrollo. Al caracterizar cuidadosamente las arquitecturas de los tejidos en moscas mutantes donde se alteraban genes específicos, los investigadores establecieron una conexión directa entre las alteraciones genéticas, los procesos de desarrollo y los patrones finales observados en los tejidos.
El equipo se sorprendió al descubrir que cambios relativamente menores en los programas de desarrollo pueden dar lugar a geometrías sorprendentemente diversas e intrincadas en los tejidos. Estos cambios no solo afectan directamente la función de los tejidos, sino que también pueden afectar significativamente la forma general y la robustez de los organismos, lo que demuestra cómo pequeños cambios genéticos pueden conducir a transformaciones evolutivas y a la diversidad biológica a gran escala.
"Nuestros hallazgos subrayan la profunda influencia de los mecanismos del desarrollo en la configuración de las geometrías de la vida", explica el profesor Ko, uno de los investigadores principales del estudio. "Demostramos que la transformación evolutiva de las arquitecturas de los tejidos va más allá de simples cambios en el tamaño o la disposición de los tejidos. En cambio, reside en la intrincada interacción de factores genéticos y procesos de desarrollo que, en última instancia, producen la espectacular variedad de formas de tejidos y órganos en el mundo vivo. "
Este avance abre nuevas vías para el avance de la biología evolutiva y la investigación del desarrollo, prometiendo arrojar luz sobre los procesos fundamentales que han impulsado la diversificación de las formas y funciones de la vida a lo largo de la historia de la evolución.