Algunas personas creen que si pudieran clonarse a sí mismos, verían a su clon esencialmente como otro individuo, con sus propios pensamientos y sentimientos. Esto plantea preocupaciones éticas sobre el consentimiento y si se consideraría placer propio o un acto con otro ser humano.
Otros consideran el clon como una réplica exacta de ellos mismos y creen que sería similar a tener relaciones sexuales con una imagen reflejada de uno mismo. Desde este punto de vista, es esencialmente una forma de autoplacer y no involucra a otra persona.
Por otro lado, algunas personas pueden sentir que tener relaciones sexuales con un clon es ética o moralmente incorrecto, independientemente de si el clon puede clasificarse como una persona separada o no.
En última instancia, estas preocupaciones se basan en valores, creencias y normas sociales individuales. Si dicha tecnología se convierte en realidad, es probable que haya debates y discusiones éticos en curso sobre este tema.