Los pulpos son criaturas muy inteligentes. Son capaces de aprender de sus errores y son capaces de resolver problemas. Esto significa que son capaces de descubrir cómo evitar enredarse en sus propios brazos.
Los pulpos también son criaturas muy flexibles. Pueden doblar y torcer los brazos de muchas formas diferentes. Esto significa que pueden sortear obstáculos y salir de espacios reducidos.
Además de su inteligencia y flexibilidad, los pulpos también tienen un tipo de piel especial. Esta piel es muy resbaladiza, lo que significa que es difícil que las cosas se adhieran a ella. Esto ayuda a evitar que el pulpo se enrede en sus propios brazos.
Así, los pulpos son capaces de evitar enredarse en sus propios brazos gracias a su inteligencia, su flexibilidad y su tipo especial de piel.