1. Mayor densidad de colmena :La apicultura gestionada a menudo implica colocar varias colmenas muy próximas para maximizar los servicios de polinización y la producción de miel. Esta alta densidad de colmena facilita el movimiento de los ácaros Varroa entre colonias. Cuando los ácaros caen de las abejas infestadas o se arrastran entre colmenas adyacentes, pueden infestar fácilmente las colonias vecinas y propagar la infestación rápidamente.
2. Sistemas inmunológicos debilitados :Las colonias de abejas administradas a menudo están sujetas a diversos tipos de estrés, como el transporte de larga distancia, la alimentación artificial y la exposición a pesticidas y acaricidas. Estos factores estresantes pueden comprometer el sistema inmunológico de las abejas, haciéndolas más vulnerables a las infestaciones de ácaros Varroa. Las abejas estresadas pueden ser menos capaces de acicalarse eficazmente, lo que permite que los ácaros Varroa se adhieran y se reproduzcan más fácilmente.
3. Cría de crías :Los ácaros Varroa se reproducen dentro de las celdas de cría cubiertas. Las prácticas de apicultura gestionadas, como la cría sincronizada y la producción de reinas artificiales, pueden crear un entorno ideal para el crecimiento de la población de ácaros Varroa. Al manipular los ciclos de cría, los apicultores pueden proporcionar sin darse cuenta períodos prolongados de cría tapada, dando a los ácaros Varroa más oportunidades de reproducirse.
4. Uniformidad genética :Las colonias de abejas administradas a menudo tienen una diversidad genética reducida debido a la cría selectiva y la cría artificial de reinas. Esta uniformidad genética puede hacer que las poblaciones de abejas sean más susceptibles a los ácaros Varroa. Por el contrario, las poblaciones de abejas genéticamente diversas pueden tener una mejor resistencia a los ácaros Varroa debido a variaciones en el comportamiento de aseo, las respuestas higiénicas y las defensas inmunes.
5. Uso excesivo del control químico :El uso de tratamientos químicos, como acaricidas, para controlar las infestaciones de ácaros Varroa puede provocar el desarrollo de resistencia en las poblaciones de ácaros. La dependencia excesiva de los acaricidas también puede alterar el equilibrio natural dentro de la colmena, afectando la capacidad de las abejas para autorregularse y combatir eficazmente los ácaros Varroa.
6. Fusión de colonias :Combinar colonias débiles o sin reina con otras más fuertes es una práctica común en la apicultura gestionada. Sin embargo, esta práctica puede introducir inadvertidamente ácaros Varroa en colonias sanas, lo que provoca una rápida infestación y el colapso de la colonia.
7. Estrés por la urticaria en movimiento :La apicultura migratoria, en la que los apicultores transportan colmenas a diferentes lugares para seguir los flujos de néctar, puede estresar a las abejas y hacerlas más susceptibles a las infestaciones de ácaros Varroa. El constante movimiento y la alteración del entorno de la colmena pueden debilitar las defensas inmunitarias de las abejas.
Al comprender cómo los ácaros Varroa explotan las prácticas de apicultura gestionada, los apicultores pueden implementar estrategias para mitigar el impacto de estos parásitos y promover la salud y la resiliencia de sus colonias de abejas melíferas. Estas estrategias pueden incluir la adopción de prácticas de manejo integrado de plagas (MIP), diversificar la genética de las abejas y mejorar las técnicas de manejo de las colmenas para reducir el estrés y mejorar las defensas naturales de las abejas contra los ácaros Varroa.