Vida basada en proteínas:algunos científicos proponen que las proteínas, compuestas de aminoácidos, podrían haber sido las moléculas iniciales en replicación. Las proteínas pueden plegarse en estructuras específicas, exhibir actividades enzimáticas y poseer algunas capacidades limitadas de autorreplicación.
Polímeros replicantes:Otras ideas sugieren que polímeros replicantes más simples, como los ácidos peptídicos nucleicos (PNA) o los ácidos treosos nucleicos (TNA), podrían haber precedido al ARN. Estos polímeros genéticos alternativos podrían haber ofrecido ventajas en cuanto a estabilidad y replicación en condiciones prebióticas.
Minerales arcillosos:Los minerales arcillosos, abundantes en la Tierra primitiva, se han propuesto como plantillas o catalizadores para la formación y replicación de moléculas orgánicas, contribuyendo potencialmente al surgimiento de sistemas de replicación prebióticos.
Estructuras basadas en lípidos:las membranas y vesículas lipídicas podrían haber desempeñado un papel en la compartimentación de moléculas prebióticas, creando estructuras similares a protocélulas y facilitando la aparición de sistemas autorreplicantes más complejos.
Es importante señalar que los orígenes de la vida y la identidad de la primera molécula que se replica aún son temas de intensa investigación y debate. El consenso es que la transición de la química prebiótica a la replicación autosostenida probablemente implicó un proceso gradual de evolución química, con múltiples componentes e interacciones que contribuyen al desarrollo de la vida tal como la conocemos.