Se cree que un asteroide o cometa impactó contra la Tierra hace 66 millones de años, provocando la extinción de los dinosaurios. El impacto se produjo en lo que hoy es la Península de Yucatán, dejando tras de sí un cráter de 110 millas de ancho. El impacto envió una enorme cantidad de escombros al aire, oscureciendo el sol y provocando un invierno global. Esto, combinado con otros efectos como los incendios forestales, provocó la extinción de muchas plantas y animales, incluidos los dinosaurios.