Identificación: La proteómica ósea puede ayudar en la identificación de individuos mediante el análisis de marcadores proteicos específicos, como secuencias de colágeno o fragmentos de ADN. Esto puede resultar especialmente útil en los casos en los que los métodos de identificación tradicionales, como los registros dentales o las huellas dactilares, no están disponibles o no son concluyentes.
Estimación de edad: El análisis proteómico del tejido óseo puede proporcionar información sobre la edad de un individuo en el momento de su muerte. Proteínas específicas sufren cambios con el tiempo y, al examinar estos cambios, los investigadores pueden estimar la edad del fallecido con cierto grado de precisión.
Determinación del sexo: La proteómica ósea también puede ayudar a determinar el sexo de un individuo. Ciertas proteínas se expresan de manera diferente en hombres y mujeres, lo que permite a los investigadores identificar el sexo del fallecido según el perfil proteico.
Paleopatología: El análisis proteómico de los huesos puede revelar evidencia de enfermedades o lesiones pasadas que el individuo pudo haber sufrido durante su vida. Al identificar marcadores proteicos específicos de enfermedades o alteraciones en la expresión de proteínas, los investigadores pueden obtener información sobre el estado de salud y las condiciones médicas del fallecido.
Dieta y estilo de vida: La proteómica ósea puede proporcionar información sobre la dieta y el estilo de vida de un individuo. El análisis de isótopos estables en el colágeno óseo, por ejemplo, puede revelar patrones dietéticos, como el consumo de plantas o animales, así como el origen geográfico de las fuentes de alimentos. Además, la presencia o ausencia de proteínas específicas puede indicar ciertos factores del estilo de vida, como la actividad física o el hábito de fumar.
Traumatismos y lesiones: La proteómica ósea puede detectar evidencia de traumatismos o lesiones que pueden haber ocurrido antes o en el momento de la muerte. El análisis de marcadores proteicos específicos asociados con la remodelación y reparación ósea puede proporcionar información sobre la naturaleza y gravedad de las lesiones sufridas por el individuo.
Patrones de migración: Al examinar los perfiles proteicos de los huesos, los investigadores pueden obtener información sobre los patrones de migración de las poblaciones antiguas. Al comparar secuencias de proteínas o composiciones isotópicas entre individuos de diferentes regiones geográficas, los científicos pueden rastrear el movimiento de grupos humanos e identificar posibles rutas migratorias.
Investigaciones Forenses: La proteómica ósea desempeña un papel crucial en las investigaciones forenses al proporcionar información valiosa que ayuda en casos penales. El análisis de proteínas puede ayudar a establecer la identidad de las víctimas, determinar la causa y la forma de la muerte e identificar los cambios post mortem que pueden haber ocurrido.
En general, la proteómica ósea ofrece una herramienta poderosa para estudiar los restos de los muertos y extraer información importante que contribuya a nuestra comprensión de las poblaciones humanas del pasado, sus estilos de vida, su salud y las circunstancias que rodearon sus muertes.