Los virus son agentes infecciosos diminutos que sólo pueden replicarse dentro de las células de los organismos vivos. Para replicarse, los virus primero deben ingresar a una célula y luego secuestrar la maquinaria de la célula para hacer copias de sí mismos. Una vez que se han hecho suficientes copias, los virus salen de la célula y la destruyen en el proceso.
La proteína viral estudiada por los investigadores de la Universidad de Washington, llamada NS1, es producida por el virus de la influenza. NS1 desempeña un papel fundamental en el ciclo de replicación del virus al evitar que la célula huésped detecte y destruya el virus.
NS1 hace esto uniéndose a una proteína llamada RIG-I, que es parte del sistema inmunológico de la célula. RIG-I normalmente detecta el ARN viral y desencadena una respuesta inmune, pero NS1 impide que RIG-I haga su trabajo.
Los investigadores de la Universidad de Washington descubrieron que NS1 se une a RIG-I de una manera que bloquea la capacidad de la proteína para interactuar con el ARN viral. Esto significa que RIG-I no puede desencadenar una respuesta inmune y el virus puede replicarse sin control.
Los investigadores también encontraron que NS1 puede unirse a otras proteínas de la célula que participan en la respuesta inmune. Esto sugiere que NS1 puede tener múltiples formas de bloquear el sistema inmunológico y promover la replicación del virus.
Los hallazgos de este estudio podrían ayudar a los científicos a desarrollar nuevas terapias antivirales dirigidas a NS1. Al bloquear la capacidad de NS1 para unirse a RIG-I y otras proteínas, los científicos pueden evitar que el virus se replique y se propague.
Esto podría conducir a nuevos tratamientos para infecciones virales, incluido el COVID-19, causado por un coronavirus. Actualmente no existen tratamientos antivirales eficaces para la COVID-19, por lo que se necesita con urgencia el desarrollo de nuevas terapias.