1. Feromonas:
- Las abejas reinas liberan una feromona específica llamada feromona mandibular reina (QMP). Esta feromona inhibe el desarrollo de los ovarios e impide que las abejas obreras pongan huevos.
- La presencia de QMP es crucial para mantener la estabilidad social en la colmena. Señala la presencia de la reina e inhibe el potencial reproductivo de las obreras, asegurando que la reina siga siendo la única ponedora de huevos en la colonia.
2. Comportamientos de dominancia:
- Las abejas reinas adoptan comportamientos dominantes para establecer y mantener su autoridad dentro de la colmena.
- Pueden atacar físicamente y luchar con reinas rivales o princesas retadoras para asegurarse de ser el individuo dominante en la colonia.
3. Comportamientos agresivos:
- Las abejas reinas pueden mostrar agresión hacia las princesas emergentes. Este comportamiento incluye morder, picar o incluso perseguir y eliminar a posibles rivales.
- Al eliminar activamente a los competidores, la reina refuerza su dominio y reduce la probabilidad de que otras hembras se conviertan en reinas fértiles.
4. Supresión Reproductiva:
- Las señales feromonas de la reina y los comportamientos de dominancia también inhiben el desarrollo reproductivo de las abejas obreras.
- En presencia de una reina dominante, las abejas obreras normalmente no desarrollan sus ovarios y se concentran únicamente en realizar las tareas asignadas dentro de la colmena.
Vale la pena señalar que el control que ejerce la abeja reina no es absoluto. Si la reina muere, se lastima o se debilita, los niveles de feromonas pueden disminuir, lo que lleva al surgimiento de múltiples princesas. En tales casos, las princesas competirán entre ellas para convertirse en la nueva reina dominante.
La capacidad de la abeja reina para controlar a las princesas y mantener la armonía social dentro de la colmena es esencial para la supervivencia y el éxito de la colonia de abejas.