En el caso de bacterias y hongos, la HGT puede ocurrir cuando los dos organismos están en estrecho contacto, como cuando crecen en el mismo ambiente. Durante la TGH, un fragmento de ADN de un organismo se transfiere al otro organismo. Esto puede dar al organismo receptor nuevos genes que pueden proporcionarle nuevos rasgos, como la capacidad de resistir antibióticos o crecer en diferentes ambientes.
La TGH también puede ocurrir entre diferentes cepas de la misma especie de bacteria. Esto puede ayudar a difundir genes beneficiosos entre una población de bacterias, haciéndolas más resistentes al estrés ambiental.
HGT es un mecanismo importante para la evolución de bacterias y hongos. Permite a estos organismos adquirir nuevos genes que pueden darles una ventaja competitiva en su entorno. HGT también es una fuente potencial de nuevos genes para su uso en ingeniería genética.
A continuación se muestran algunos ejemplos específicos de cómo los hongos pueden mejorar la composición genética de las bacterias:
* Resistencia a los antibióticos: Los hongos pueden transferir genes a bacterias que confieren resistencia a los antibióticos. Esto puede dificultar el tratamiento de las infecciones bacterianas.
* Virulencia: Los hongos pueden transferir genes a bacterias que las hacen más virulentas o capaces de causar enfermedades. Esto puede provocar infecciones más graves.
* Vías metabólicas: Los hongos pueden transferir genes a bacterias que les permiten utilizar nuevas vías metabólicas. Esto puede dar a las bacterias acceso a nuevas fuentes de nutrientes y energía.
* Adaptación ambiental: Los hongos pueden transferir genes a bacterias que les ayudan a adaptarse a nuevos entornos. Esto puede permitir que las bacterias colonicen nuevos hábitats.
HGT es un proceso complejo y poco comprendido. Sin embargo, está claro que puede tener un impacto significativo en la composición genética de bacterias y hongos.