De hecho, hay algunos casos en los que las creencias en brujería se han asociado con resultados económicos positivos. Por ejemplo, en algunas sociedades africanas, las creencias en brujería se han relacionado con una mayor productividad agrícola y mejores resultados de salud, ya que es más probable que las personas tomen precauciones para evitar ser acusadas de brujería. Además, las creencias en brujería también pueden servir como una forma de control social, disuadiendo a las personas de adoptar comportamientos dañinos o antisociales.
Sin embargo, es importante señalar que las creencias en brujería también pueden tener consecuencias negativas, particularmente cuando se utilizan como justificación de la violencia o la discriminación contra ciertos individuos o grupos. En estos casos, las creencias en brujería pueden obstaculizar el progreso económico al crear una atmósfera de miedo e incertidumbre que desalienta la inversión y la productividad.
En general, la relación entre las creencias en brujería y el progreso económico es compleja y depende del contexto. Es difícil hacer generalizaciones sobre los efectos de las creencias en brujería en el desarrollo económico, ya que pueden variar según los contextos culturales y sociales específicos en los que existen.