Inicialmente, las aves silvestres de la jungla fueron llevadas en cautiverio para peleas de gallos o para comer. Con el tiempo, fueron criados selectivamente para aumentar la producción de carne y huevos, lo que dio como resultado las características distintivas de los pollos domésticos actuales.
El análisis genético revela múltiples eventos de domesticación independientes, en los que aves originarias de Tailandia e India contribuyen a la ascendencia de las razas de pollos modernas. Esto apoya la teoría de que los pollos se domestican en diferentes regiones de Asia.
Las excavaciones en China han descubierto huesos de pollo que datan del año 6000 a. C., lo que indica una presencia temprana de pollos domesticados en la región.
La propagación de los pollos a otras partes del mundo se produjo a través del comercio humano y las migraciones. Los pollos fueron traídos a Europa por los romanos y a América por los exploradores españoles en el siglo XV.