Las células interactúan constantemente con el entorno que las rodea y una de las cosas más importantes que perciben es la rigidez del tejido en el que se encuentran. Esta información es crucial para muchos procesos celulares, como la migración, la diferenciación y la proliferación.
Tradicionalmente, los científicos han utilizado una variedad de técnicas para medir la rigidez del tejido, como la microscopía de fuerza atómica (AFM) y la elastografía por resonancia magnética (MRE). Sin embargo, estas técnicas suelen ser invasivas o requieren equipo especializado.
Ahora, investigadores de la Universidad de California en San Diego han desarrollado un nuevo método de detección de fuerza que no es invasivo y puede usarse en células vivas. El método, llamado microscopía de fuerza de tracción (TFM), utiliza un sustrato flexible recubierto con una fina capa de oro. Cuando se coloca una celda sobre el sustrato, ejerce fuerzas de tracción sobre la capa de oro, lo que hace que el oro se deforme. Luego se mide la deformación del oro con un microscopio y se pueden calcular las fuerzas de tracción.
TFM tiene varias ventajas sobre las técnicas tradicionales de medición de la rigidez del tejido. No es invasivo, por lo que se puede utilizar en células vivas. También es relativamente sencillo de usar y no requiere equipo especializado.
TFM se ha utilizado para estudiar una variedad de procesos celulares, como la migración, diferenciación y proliferación celular. También se ha utilizado para estudiar los efectos de fármacos y toxinas sobre el comportamiento celular.
TFM es una nueva y poderosa herramienta para estudiar las interacciones entre células y matrices. Es una técnica no invasiva y fácil de usar que puede proporcionar información valiosa sobre cómo las células perciben y responden a su entorno.
¿Cómo funciona TFM?
TFM funciona midiendo la deformación de un sustrato flexible recubierto con una fina capa de oro. Cuando se coloca una celda sobre el sustrato, ejerce fuerzas de tracción sobre la capa de oro, lo que hace que el oro se deforme. Luego se mide la deformación del oro con un microscopio y se pueden calcular las fuerzas de tracción.
Las fuerzas de tracción que ejerce una célula sobre su sustrato están determinadas por varios factores, incluida la rigidez del sustrato, la adhesión de la célula al sustrato y la contractilidad de la célula.
¿Cuáles son algunas de las aplicaciones del TFM?
TFM se ha utilizado para estudiar una variedad de procesos celulares, incluida la migración, diferenciación y proliferación celular. También se ha utilizado para estudiar los efectos de fármacos y toxinas sobre el comportamiento celular.
TFM es una nueva y poderosa herramienta para estudiar las interacciones entre células y matrices. Es una técnica no invasiva y fácil de usar que puede proporcionar información valiosa sobre cómo las células perciben y responden a su entorno.