Como muchos reptiles marinos, se cree que los cetáceos primitivos eran depredadores de emboscada o de persecución activa. Con cuerpos aerodinámicos y poderosas capacidades de natación serpenteantes, habrían navegado eficientemente en ambientes acuáticos en busca de presas. Sus poderosas mandíbulas y su robusta dentición, formada por dientes cónicos y afilados, eran muy adecuadas para capturar y someter una variedad de presas, incluidos peces, cefalópodos e incluso mamíferos marinos más pequeños. Algunos cetáceos primitivos pueden haber empleado técnicas de alimentación con carneros o por succión, similares a ciertos reptiles marinos, para mejorar su eficiencia alimentaria.