No hay evidencia definitiva de que Lucy muriera al caer de un árbol. Lucy era una hembra de Australopithecus afarensis de 3,2 millones de años, uno de los primeros ancestros humanos conocidos. Se cree que su especie habitó África oriental hace entre 4 y 2,9 millones de años. Los restos de Lucy fueron descubiertos en 1974 por el paleoantropólogo Donald Johanson en la región de Afar en Etiopía. Si bien sus restos estaban en gran parte completos, no se encontraron sus brazos. Una teoría sugiere que Lucy pudo haberse caído de un árbol y haberse roto los brazos, lo que podría haber provocado su muerte. Sin embargo, no hay evidencia concreta que respalde esta hipótesis y sigue siendo una especulación.