Las galaxias espirales en colisión en Arp 272 ubicadas en la constelación de Hércules. Los astrónomos han estudiado un conjunto de simulaciones de fusión de galaxias para concluir que nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, sufrió un tipo de fusión similar. En particular, descubrieron que algunas de las características peculiares de la estructura del halo de la galaxia pueden explicarse mejor mediante una colisión frontal con una galaxia enana hace entre seis y diez mil millones de años. Crédito:NASA, ESA, la herencia de Hubble -STScI / AURA) -ESA / Hubble Collaboration, y K. Noll, STScI
Nuestra galaxia, la Vía Láctea, probablemente ha chocado o interactuado con otras galaxias durante su vida; tales interacciones son ocurrencias cósmicas comunes. Los astrónomos pueden deducir la historia de la acumulación de masa en la Vía Láctea a partir de un estudio de los escombros en el halo de la galaxia que quedaron como residuo de marea de tales episodios. El enfoque ha funcionado particularmente bien para los estudios de los eventos más recientes, como la caída de la galaxia enana de Sagitario hace unos miles de millones de años, que dejó bandas de estrellas visibles en mapas de galaxias. Los efectos dañinos que estos encuentros pueden causar en la Vía Láctea tienen, sin embargo, no ha sido tan bien estudiado, y los eventos aún más lejanos en el pasado son aún menos obvios a medida que se vuelven borrosos por los movimientos naturales y la evolución de la galaxia.
Algunos episodios de la historia de la Vía Láctea, sin embargo, fueron tan catastróficos que son difíciles de ocultar. Los científicos saben desde hace algún tiempo que el halo de estrellas de la Vía Láctea cambia drásticamente de carácter con la distancia del centro galáctico, como lo revela la composición de las estrellas (su "metalicidad"), los movimientos estelares, y la densidad estelar.
El astrónomo de CfA Federico Marinacci y sus colegas analizaron un conjunto de simulaciones cosmológicas por computadora y las interacciones de galaxias en ellas. En particular, analizaron la historia de los halos de galaxias a medida que evolucionaron después de un evento de fusión.
Llegan a la conclusión de que hace seis a diez mil millones de años, la Vía Láctea se fusionó en una colisión frontal con una galaxia enana masiva que contenía alrededor de uno a diez mil millones de masas solares en tamaño, y que esta colisión podría producir los cambios de carácter en la población estelar que se observan actualmente en el halo estelar de la Vía Láctea.