En el mundo de las abejas, el sexo está determinado por un único gen llamado *csd*, que significa *determinante sexual complementario*. Este gen tiene dos alelos, *csd* y *csdm*. Las mujeres tienen dos copias del alelo *csd*, mientras que los hombres tienen una copia de *csd* y una copia de *csdm*.
El gen *csd* codifica una proteína llamada CSD, que es un factor de transcripción. Los factores de transcripción son proteínas que se unen al ADN y regulan la expresión de otros genes. En el caso de la CSD, regula la expresión de una serie de genes implicados en el desarrollo sexual.
Uno de los genes que regula la CSD es el *doublesex* (*dsx*). El gen *dsx* codifica una proteína llamada DSX, que también es un factor de transcripción. DSX es responsable de determinar la identidad sexual de la abeja. En las hembras, DSX promueve el desarrollo de estructuras femeninas, como los ovarios y el aguijón de la reina, mientras que en los machos promueve el desarrollo de estructuras masculinas, como los testículos y los aguijones de los zánganos.
La expresión de *dsx* está controlada por una compleja red de elementos reguladores, incluido el gen *csd*. En las mujeres, los altos niveles de proteína CSD producida por los dos alelos *csd* se unen al promotor *dsx* y activan su transcripción. Esto conduce a la producción de proteína DSX, que promueve el desarrollo de estructuras femeninas.
En los machos, la presencia del alelo *csdm* altera la unión de la proteína CSD al promotor *dsx*. Esto previene la activación de *dsx* y conduce a la producción de una forma diferente de proteína DSX, llamada DSXM. DSXM promueve el desarrollo de estructuras masculinas.
El gen *csd* es un ejemplo fascinante de cómo un solo gen puede controlar un proceso complejo como la determinación del sexo. Este gen proporciona una visión única de los mecanismos moleculares que subyacen al desarrollo sexual en las abejas y otros animales.