La investigación se centró en dos familias de proteínas conocidas como ADN polimerasas y factores accesorios. Las ADN polimerasas desempeñan un papel central en la replicación y reparación del ADN, mientras que los factores accesorios ayudan y regulan su actividad. Los científicos conocen desde hace mucho tiempo la importancia de estas proteínas individualmente, pero cómo funcionan juntas sigue siendo en gran medida un enigmático.
Utilizando técnicas de última generación y modelos computacionales, el equipo de investigación descubrió una delicada interacción entre las ADN polimerasas y los factores accesorios. Específicamente, identificaron puntos de contacto e interacciones cruciales que permiten que estas proteínas formen complejos funcionales. Estas interacciones permiten que las proteínas reparen eficazmente secuencias de ADN dañadas insertando con precisión los nucleótidos correctos.
"Este estudio proporciona una comprensión detallada de cómo colaboran las proteínas para reparar el ADN, ofreciendo nuevas vías para intervenciones terapéuticas en enfermedades genéticas y cáncer", explica la Dra. Julia Davis, investigadora principal.
Los hallazgos revelan además que la asociación entre las ADN polimerasas y los factores accesorios se extiende más allá de la reparación del ADN. Los complejos proteicos también contribuyen a la estabilidad del genoma, asegurando que las células transmitan información genética precisa durante la división celular. Este descubrimiento arroja luz sobre cómo las células mantienen su integridad genética y previenen la acumulación de mutaciones dañinas.
El Dr. William Harris, otro investigador involucrado en el estudio, enfatiza la importancia de su trabajo:"Nuestros hallazgos sientan las bases para futuros esfuerzos de descubrimiento de fármacos dirigidos a las vías de reparación del ADN, abriendo nuevas posibilidades para el tratamiento de una amplia gama de enfermedades".
La investigación es optimista en cuanto a que sus hallazgos allanarán el camino para el desarrollo de nuevas terapias que puedan modular la actividad de los complejos de proteínas accesorias de la ADN polimerasa, ofreciendo esperanzas de mejores resultados para los pacientes en diversos trastornos genéticos y cánceres.