Las células han desarrollado mecanismos complejos para diferenciar entre el ARN viral y el ARN celular, impidiendo la activación de respuestas antivirales contra automoléculas. Esta distinción se logra a través de diversas estructuras celulares y proteínas que reconocen características específicas del ARN viral. Además, las células emplean vías reguladoras y puntos de control para garantizar que las defensas antivirales se activen adecuadamente sólo en presencia de amenazas virales genuinas, minimizando las falsas alarmas y evitando respuestas inmunes excesivas. Estos mecanismos en conjunto permiten que las células respondan eficazmente a las infecciones virales mientras mantienen la homeostasis inmune.