1. Glóbulos rojos:Los glóbulos rojos son responsables de transportar oxígeno por todo el cuerpo. No tienen mitocondrias, los orgánulos donde se utiliza el oxígeno para la respiración celular, y dependen de la glucólisis anaeróbica para producir energía. Durante la glucólisis anaeróbica, la glucosa se descompone en ácido láctico, generando una pequeña cantidad de ATP (trifosfato de adenosina), la moneda energética de la célula.
2. Músculo esquelético:las células del músculo esquelético pueden cambiar a respiración anaeróbica durante el ejercicio intenso cuando la demanda de energía excede el suministro de oxígeno. Durante la respiración anaeróbica, las células musculares descomponen la glucosa en ácido láctico, lo que puede causar fatiga y dolor muscular si no se elimina rápidamente a través del flujo sanguíneo.
3. Ciertas bacterias y microorganismos:algunas bacterias y microorganismos, como la levadura, pueden sobrevivir en ambientes donde el oxígeno es limitado o ausente. Dependen de la respiración anaeróbica para convertir la glucosa en energía, produciendo diversos subproductos metabólicos como etanol, dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno.
4. Algunas células cancerosas:Las células cancerosas pueden adaptarse a los niveles bajos de oxígeno dentro de los tumores mediante un proceso llamado glucólisis aeróbica. En la glucólisis aeróbica, las células cancerosas descomponen la glucosa en ácido láctico incluso en presencia de oxígeno, lo que les permite seguir generando energía y proliferando en el microambiente hipóxico del tumor.
Es importante señalar que, si bien estos tejidos pueden funcionar sin oxígeno durante un tiempo limitado, aún requieren oxígeno para un funcionamiento óptimo y una supervivencia a largo plazo. La privación prolongada de oxígeno puede provocar daño celular, deterioro de la función y, en última instancia, muerte celular.