El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de California, Berkeley, y la Universidad de California, Santa Bárbara. Los investigadores utilizaron un pez robótico para imitar los movimientos de un pez presa vivo. Luego observaron cómo los peces depredadores, como la lubina y la trucha, respondían a los peces robóticos.
Los investigadores descubrieron que los peces depredadores utilizaban una variedad de estrategias para hacer frente a presas impredecibles. Algunos peces ajustarían su estrategia de ataque, como nadar más rápido o cambiar de dirección. Otros peces cambiarían su comportamiento de caza, por ejemplo buscando presas en diferentes áreas o utilizando diferentes técnicas de caza.
Los investigadores creen que la capacidad de los peces depredadores para hacer frente a presas impredecibles es esencial para su supervivencia. En un entorno natural, las presas suelen ser impredecibles y los peces depredadores deben poder adaptar su comportamiento de caza para poder capturar alimento.
Los hallazgos del estudio también tienen implicaciones para la gestión de la pesca. Al comprender cómo responden los peces depredadores a presas impredecibles, los gestores pesqueros pueden desarrollar estrategias más efectivas para gestionar las poblaciones de peces.