El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Lincoln en el Reino Unido. Utilizaron una técnica llamada electroencefalografía (EEG) para medir la actividad cerebral de los perros mientras dormían. A los perros se les reprodujo una serie de vocalizaciones humanas, incluidos sus propios nombres, los nombres de otros perros y palabras neutrales.
Los resultados mostraron que los cerebros de los perros respondían de manera diferente a sus propios nombres que a otras vocalizaciones. Esto sugiere que los perros son capaces de procesar vocalizaciones incluso cuando están dormidos y que pueden aprender y recordar sonidos específicos.
Los investigadores dicen que este estudio tiene implicaciones para comprender cómo se comunican los perros con los humanos. También sugiere que los perros pueden ser más conscientes de su entorno de lo que pensábamos anteriormente.
"Este estudio muestra que los perros no simplemente apagan su cerebro cuando se van a dormir", dijo el coautor del estudio, el Dr. David M. Williams. "Aún pueden procesar información de su entorno y es posible que puedan aprender y recordar cosas mientras duermen".
Los investigadores esperan que este estudio conduzca a una mejor comprensión de cómo se comunican los perros y cómo interactúan con sus compañeros humanos.