Los dispositivos para vapear vienen en muchas formas y tamaños. Algunos parecen cigarrillos, mientras que otros parecen objetos más futuristas. Pero no importa su apariencia, todos los vaporizadores tienen los mismos componentes básicos.
Batería
La batería es lo que alimenta el vaporizador. Suele estar situado en la parte inferior del dispositivo y es recargable.
Atomizador
El atomizador es lo que calienta el e-líquido y lo convierte en vapor. Suele estar situado en el centro del dispositivo y consta de una bobina de metal y una mecha.
E-líquido
El E-líquido es el líquido que el atomizador vaporiza. Suele estar compuesto de propilenglicol (PG), glicerina vegetal (VG), nicotina y aromas.
Tanque
El tanque es donde se almacena el e-líquido. Suele estar situado en la parte superior del dispositivo y está fabricado en vidrio o plástico.
Boquilla
La boquilla es donde el usuario inhala el vapor. Suele estar situado en la parte superior del dispositivo y está fabricado en plástico o metal.
Cuando un usuario inhala en un vaporizador, la batería envía energía al atomizador. El atomizador calienta el e-líquido y lo convierte en vapor. Luego, el vapor sube por la boquilla y llega a los pulmones del usuario.
Vapear se ha relacionado con una serie de riesgos para la salud, que incluyen:
* Daño pulmonar: Vapear puede dañar los pulmones de varias maneras, incluso causando inflamación, cicatrices y cáncer.
* Enfermedad cardíaca: Vapear puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas al dañar el corazón y los vasos sanguíneos.
* Accidente cerebrovascular: Vapear puede aumentar el riesgo de sufrir un derrame cerebral al dañar el cerebro.
* Cáncer: Vapear se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer, incluidos cáncer de pulmón, cáncer de vejiga y leucemia.
* Defectos de nacimiento: Vapear durante el embarazo puede aumentar el riesgo de defectos congénitos, como paladar hendido y bajo peso al nacer.