En un nuevo estudio publicado en la revista "Nature Cell Biology", investigadores del Instituto Max Planck de Biología del Envejecimiento y la Universidad de Colonia proporcionan información importante sobre este proceso celular fundamental. Utilizando microscopía y técnicas bioquímicas de última generación, el equipo descubrió un mecanismo molecular clave que gobierna el crecimiento dirigido de los microtúbulos, uno de los principales filamentos del citoesqueleto.
Los investigadores se centraron en un complejo proteico conocido como complejo de anillo de γ-tubulina (γ-TuRC), que desempeña un papel crucial en la nucleación y el crecimiento de los microtúbulos. Manipulando con precisión los componentes del γ-TuRC y observando los efectos resultantes en las células vivas, revelaron cómo se organiza y regula esta maquinaria molecular.
Sus hallazgos demostraron que el complejo γ-TuRC está organizado de una manera altamente estructurada, con subunidades específicas ubicadas para dirigir con precisión el crecimiento de los microtúbulos. Además, identificaron un mecanismo regulador no reconocido previamente que implica la modificación postraduccional de la γ-tubulina, que controla la nucleación de los microtúbulos y la dinámica de crecimiento.
"Este estudio proporciona una comprensión fundamentalmente nueva de cómo las células controlan el crecimiento de sus microtúbulos", afirma el Dr. Jan Brugués, líder del grupo en el Instituto Max Planck de Biología del Envejecimiento y la Universidad de Colonia. "Nuestros hallazgos no sólo arrojan luz sobre los intrincados mecanismos que rigen la dinámica del citoesqueleto, sino que también tienen implicaciones para comprender los procesos celulares y las enfermedades en las que los microtúbulos desempeñan un papel crucial".
Los microtúbulos participan en diversas funciones celulares más allá del soporte estructural, incluida la división celular, el transporte de orgánulos y la migración celular. La desregulación de la dinámica de los microtúbulos se asocia con varias enfermedades, como el cáncer, los trastornos neurodegenerativos y las ciliopatías. Por lo tanto, los conocimientos adquiridos en este estudio pueden tener implicaciones potenciales para el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas.
"Esperamos que nuestro trabajo inspire futuras investigaciones para dilucidar aún más los mecanismos moleculares que gobiernan la dinámica del citoesqueleto y su importancia en la salud y la enfermedad", añade Brugués.