La columna vertebral es una estructura muy conservada, lo que significa que ha cambiado muy poco a lo largo del tiempo evolutivo. Esto se debe a que la columna vertebral es esencial para la supervivencia. Cualquier cambio importante en la columna vertebral probablemente tendría un impacto negativo en la capacidad del animal para moverse y sobrevivir.
Uno de los factores que restringe el cambio evolutivo de la columna vertebral es la velocidad. La columna vertebral es una estructura compleja que debe poder soportar una variedad de fuerzas, incluidas presión, tensión y flexión. Para ser fuerte y estable, la columna vertebral debe estar hecha de hueso fuerte y denso. Sin embargo, esto también hace que la columna vertebral sea pesada e inflexible.
El peso y la rigidez de la columna vertebral limitan la velocidad a la que puede evolucionar. Para que la columna vertebral cambie significativamente, tendrían que ocurrir una gran cantidad de mutaciones simultáneamente. Es poco probable que esto suceda porque las mutaciones son eventos raros. Además, incluso si ocurriera una gran cantidad de mutaciones, tendrían que ser beneficiosas para poder ser seleccionadas. Esto también es poco probable porque la mayoría de las mutaciones son dañinas o neutrales.
Como resultado de estos factores, la columna vertebral ha evolucionado muy lentamente con el tiempo. Si bien ha habido algunos cambios menores en la columna vertebral, como el desarrollo de las vértebras cervicales en los mamíferos, la estructura general de la columna vertebral se ha mantenido prácticamente sin cambios.