Las nanoestructuras de las alas de las libélulas están hechas de un material llamado quitina. La quitina es un material fuerte y flexible que también se encuentra en los caparazones de insectos y crustáceos. Las nanoestructuras de las alas de las libélulas están dispuestas en un patrón regular, lo que hace que la luz se refleje de diferentes maneras. Esto crea los hermosos patrones que vemos en las alas de las libélulas.
Las nanoestructuras de las alas de las libélulas también las ayudan a volar. Las pequeñas estructuras ayudan a crear una fuerza de sustentación que permite a las libélulas permanecer en el aire. Las nanoestructuras también ayudan a que las alas de la libélula sean fuertes y duraderas, lo cual es importante para los insectos voladores.
Los patrones de las alas de las libélulas son un ejemplo fascinante de cómo el mundo natural puede crear estructuras hermosas y complejas. Estas estructuras no sólo son hermosas a la vista, sino que también juegan un papel importante en la vida de la libélula.