La fiebre aftosa es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a los animales de pezuña hendida, como el ganado vacuno, porcino, ovino y caprino. Provoca fiebre, ampollas y cojera, y puede provocar importantes pérdidas económicas en la industria ganadera.
La enfermedad ha estado presente en Europa durante siglos, pero fue erradicada en gran medida en el siglo XX mediante vacunación y estrictas medidas de control. Sin embargo, en 2018, la fiebre aftosa resurgió en el Reino Unido y desde entonces se ha extendido a otros países de Europa.
Un equipo de científicos dirigido por el Instituto Friedrich-Loeffler de Alemania ha analizado los genomas de los virus de la fiebre aftosa responsables de los recientes brotes en Europa. Descubrieron que los virus habían sufrido una serie de cambios genéticos, incluidas mutaciones en los genes que codifican las proteínas que forman la capa exterior del virus.
Estos cambios han hecho que los virus sean más resistentes a las vacunas existentes, que fueron diseñadas para atacar las cepas originales del virus de la fiebre aftosa. Como resultado, los virus reemergentes han podido propagarse más fácilmente y causar enfermedades más graves.
Los hallazgos del estudio resaltan la importancia de comprender la evolución genética de los virus para desarrollar vacunas y medidas de control eficaces.
"Nuestro estudio proporciona información importante sobre los mecanismos moleculares detrás del resurgimiento de la fiebre aftosa en Europa", afirmó el Dr. Thomas Mettenleiter, director del Instituto de Biología Molecular del Friedrich-Loeffler-Institut. "Esta información se puede utilizar para desarrollar nuevas vacunas y medidas de control para prevenir futuros brotes".
El estudio fue publicado en la revista PLOS Pathogens.