Los investigadores utilizaron datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para rastrear la propagación de las enfermedades de las abejas durante los últimos 15 años. Descubrieron que durante ese período había aumentado el número de colonias de abejas infectadas con enfermedades como Nosema ceranae y Varroa destructor. El estudio también reveló que las tasas más altas de propagación de enfermedades se produjeron en áreas con grandes cantidades de tierras agrícolas comerciales, como el Medio Oeste y la Costa Oeste.
Los investigadores dicen que el estudio destaca el papel de la agricultura comercial en la propagación de enfermedades de las abejas. Argumentan que los cambios en las prácticas agrícolas, como la reducción del uso de pesticidas y herbicidas, pueden ayudar a crear entornos más saludables para las abejas. También sugieren que las abejas gestionadas deberían gestionarse mejor para reducir el riesgo de propagación de enfermedades, como garantizar que sean inspeccionadas periódicamente para detectar enfermedades.
El estudio es el primero en rastrear la propagación de las enfermedades de las abejas en los Estados Unidos e identificar el papel de las tierras agrícolas comerciales y las abejas gestionadas. Los hallazgos tienen implicaciones importantes para los apicultores y los formuladores de políticas, ya que pueden ayudar a informar estrategias para reducir la propagación de enfermedades de las abejas.