1. Receptores de reconocimiento de patrones (PRR):
- Las plantas tienen PRR ubicados en la superficie de sus células y dentro de sus células.
- Los PRR pueden reconocer moléculas conservadas asociadas con patógenos, conocidas como patrones moleculares asociados a patógenos (PAMP).
- Tras el reconocimiento de PAMP, los PRR desencadenan respuestas de defensa posteriores.
2. Transducción de señal:
- El reconocimiento de PAMP por parte de PRR inicia vías de transducción de señales.
- Estas vías implican la producción de moléculas de señalización, como iones de calcio (Ca2+) y especies reactivas de oxígeno (ROS).
- Estas señales se transmiten rápidamente por toda la planta.
3. Expresión genética relacionada con la defensa:
- La transducción de señales conduce a la activación de genes relacionados con las defensas.
- Los factores de transcripción regulan la expresión de estos genes, lo que lleva a la producción de proteínas antimicrobianas, proteínas relacionadas con la patogénesis (PR) y otros compuestos de defensa.
- Este proceso puede ocurrir a las pocas horas de la detección del patógeno.
4. Respuesta hipersensible (HR):
- La HR es una respuesta rápida de muerte celular que se produce en el lugar de la infección.
- Se desencadena por el reconocimiento de PAMP específicos o por la acumulación de compuestos tóxicos.
- El HR limita la propagación de patógenos creando una barrera física y liberando compuestos antimicrobianos.
5. Resistencia sistémica adquirida (SAR):
- La SAR es una respuesta de defensa duradera que se desencadena ante una infección localizada.
- Implica la producción de señales móviles, como el ácido salicílico, que se desplazan por toda la planta.
- SAR prepara los tejidos no infectados para mejorar las respuestas de defensa ante ataques patógenos posteriores.
6. Resistencia Inducida:
- Las plantas pueden desarrollar resistencia inducida al exponerse a ciertos microbios o compuestos químicos beneficiosos.
- Este proceso implica preparar los sistemas de defensa de la planta, lo que permite una respuesta más rápida y sólida a futuras infecciones.
7. Metabolitos secundarios:
- Las plantas producen una amplia gama de metabolitos secundarios, muchos de los cuales tienen propiedades antimicrobianas.
- Estos compuestos pueden inhibir directamente el crecimiento de patógenos o interferir con su infectividad.
8. Barreras físicas:
- Las plantas tienen barreras físicas, como cutículas, paredes celulares y tricomas, que actúan como primera línea de defensa contra la entrada de patógenos.
- Estas barreras pueden prevenir o ralentizar la penetración y colonización de patógenos.
Al emplear estos rápidos mecanismos de defensa, las plantas pueden detectar y responder rápidamente a las infecciones, minimizando el daño causado por patógenos y maximizando sus posibilidades de supervivencia en entornos desafiantes.