Un estudio reciente ha revelado un vínculo sorprendente entre la genética de las plantas hospedantes y los microorganismos que atraen. La investigación, publicada en la revista "Nature Ecology and Evolution", encontró que la composición genética de una planta puede influir en la composición y diversidad de la comunidad microbiana que vive en sus superficies.
El estudio fue realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de California, Berkeley, dirigido por la Dra. Sarah Evans-Peters. El equipo investigó la relación entre la genética vegetal y las comunidades microbianas en la fresa silvestre Fragaria vesca.
Los investigadores recolectaron muestras de hojas de más de 100 plantas de fresas silvestres que crecen en diversos hábitats en California. Luego secuenciaron el ADN de las plantas y analizaron las comunidades microbianas que viven en sus superficies.
Los resultados mostraron que la variación genética entre las plantas de fresa silvestre estaba fuertemente correlacionada con la composición y diversidad de las comunidades microbianas que albergaban. Las plantas con antecedentes genéticos similares tenían más comunidades microbianas similares que aquellas con antecedentes genéticos diferentes.
Además, los investigadores descubrieron que la variación genética en las plantas influía en la presencia o ausencia de taxones microbianos específicos. Algunas especies microbianas sólo se encontraron en plantas con ciertos antecedentes genéticos.
Esto sugiere que la genética de las plantas hospedantes juega un papel crucial en la determinación de los tipos de microorganismos que atraen y que la diversidad genética de las plantas es esencial para mantener la diversidad y funcionalidad de las comunidades microbianas en los ecosistemas naturales.
Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones importantes para comprender las interacciones entre plantas y microorganismos y para gestionar las relaciones planta-microbio en la agricultura y la conservación. Al comprender la base genética de las interacciones entre plantas y microbios, los científicos pueden desarrollar estrategias para mejorar las comunidades microbianas beneficiosas y reducir el impacto de las dañinas.