Probablemente sea hora de eliminar "excelente multitarea" de su currículum en favor de algo con una implicación más positiva. Así es, aunque intentar hacer dos o más cosas a la vez parece beneficioso en la fuerza laboral hiperproductiva actual, la ciencia (con una pizca de sentido común) indica que en realidad estás logrando mucho menos cuando realizas múltiples tareas que si te concentras en un objetivo principal.
"Nuestro cerebro no realiza tareas simultáneamente. Las realiza en secuencia, una tras otra", dice el Dr. Gratias. "Entonces, cuando realizamos múltiples tareas, alternamos entre las cosas que estamos haciendo". Este acto da como resultado un fenómeno conocido en los círculos de la psicología como coste de cambio. .
"El costo de cambio se refiere al precio cognitivo que pagas cada vez que cambias de tarea. Cada vez que haces la transición de una tarea a otra, tu cerebro tarda un momento en involucrarse completamente en la actividad. Puedes pensar en ello como una versión mental del calentamiento. Cuando estás en el gimnasio, tu cerebro tarda uno o dos minutos en funcionar con fluidez y a toda velocidad en una tarea determinada", explica el autor sobre mejora del rendimiento, James Clear, en una entrevista por correo electrónico.
Hay una razón científica detrás de esta locura. A la corteza prefrontal del cerebro se le atribuye el mérito de ayudarnos a prestar atención a una tarea determinada. Abarcando tanto el lado izquierdo como el derecho del cerebro, es responsable de realizar trabajos coordinándose con otras áreas neurológicas. Cuando se les asigna una tarea, tanto el lado izquierdo como el derecho unen fuerzas. Cuando se enfrenta a una tarea múltiple, los dos lados de la corteza prefrontal se ven obligados a dividirse para intentar realizar tareas simultáneas [fuente:Society for Neuroscience].